sábado, 2 de abril de 2011

SIMPLEMENTE LIZ

La gran estrella del cine Elizabeth Taylor falleció el pasado 23 de marzo, luego de semanas internada en una clínica en Los Angeles. Su filmografía habla por si sola. Talento, belleza y carácter se conjugaron en esta actriz con casi 50 filmes en su haber.


Cuando se ha de escribir acerca de una estrella de cine de la talla de Elizabeth Taylor (Londres, 1932) hay que pensar antes dos cosas: que no se ha dicho y publicado y por otro lado, cómo abarcar una carrera tan rica y extensa en su valor propio. Por ende, una reseña luego de su fallecimiento cabe en esta espectacular actriz que dio sus primeros pasos en el cine a la edad de diez años y que llevó una vida personal tan polémica como su misma carrera.

Hay una leyenda que cuenta que cuando la pequeña Liz era tan solo una chiquilla, agentes de la MGM se acercaron a sus padres para hablarle sobre la posibilidad de probar a la pequeña para un papel. Esto no tendría nada de extraordinario si no fuera que para el papel que la estaban solicitando era el de la hija de Scarlett O’Hara y Rhett Buttler en “Lo Que el Viento se Llevó” (1939). Cierto o no, Taylor consiguió su primer papel en la cinta “There’s One Born Every Minute” en 1942, rol opuesto al famoso actor infantil “Alfalfa”, Carl Switzer.

Su buen desempeño en esta cinta convenció a los ejecutivos de la MGM y logró un contrato para una siguiente producción: “National Velvet” (1944) al lado del ya famoso Mickey Rooney, la cual la elevó a la categoría de actriz juvenil y ya la fama no la perdería de vista hasta sus últimos días. Una caída de un caballo en esta producción le costó por el resto de su vida dolencias en la columna, las cuales se manifestaron a lo largo de su existencia.

Su talento y belleza fueron creciendo cada vez más y ya próxima a los dieciocho años de edad era pareja de jóvenes galanes como Robert Taylor y Montgomery Clift. En 1950 protagoniza “The Father of the Bride”, una comedia ligera al lado del actor Spencer Tracy –como el padre de la novia- y esto coincido con su primer matrimonio con Nicky Hilton Jr.. La publicidad hizo de la suyas y más fama y popularidad que esto no se podía concebir para entonces.

Llegó el momento de rodar grandes películas al lado de grandes actores y directores, como lo fue “A Place in the Sun” (1951) de George Stevens y junto a Montgomery Clift, “Giants” (1956) con Rock Hudson y James Dean y “Raintree Country” (1957) la cual le trajo su primera nominación al premio Oscar -como actriz principal - de cuatro consecutivas: “Cat on a Hot Tin Roof” (1958) junto a Paul Newman, “Suddenly Last Summer” (1959) del director Fred Zinnemann al lado de Clift y Katharine Hepburn y “Butterfield 8” (1960) junto a Eddie Fisher –su cuarto esposo- por la cual ganó su primer Oscar.

Ya famosa para entonces por sus matrimonios fallidos (se había casado para entonces con Michael Wilding y Michael Todd) antes de Fisher y a mediados de los años ’60 conoce al actor británico Richard Burton en el set de “Cleopatra” (1963) con quien se casa para durar diez años de relación. En este ínterin, rueda junto a él la película “Who’s Afraid of Virginia Woolf?” (1966) por la cual gana su segundo premio Oscar.

Divorciada de Burton en 1974, ambos vuelven a casarse en 1975 para durar solo un año de matrimonio. Su carrera fílmica ya no es la de años anteriores y esta vez Taylor se vuelca al teatro para producir piezas como “The Little Foxes”, entre otras y saca un perfume con sus esencias preferidas. Su fascinación por las joyas la lleva a escribir un libro sobre estas y nuevamente se casa, esta vez con el senador John W. Warner.

Divorciada otra vez en 1982 y con un premio Jean Hersholt (Oscar Humanitario) en 1993, la polémica Liz esta vez se casa en 1991 con Larry Fortensky, un compañero en una clínica de rehabilitación que conoció ella cuando estuvo en un régimen de desintoxicación. Vuelve a lo grande a una ceremonia del Oscar en el año 1992 cuando anuncia el mejor filme junto a Paul Newman, ganando para entonces “El Silencio de los Inocentes” (1991).

“Que hablen mal, pero que hablen” y “Mientras más…mejor”, fueron frases que la hicieron famosa y sentaron en esta pisciana (Febrero 27) que todo para ella venia en más comentarios y por ende mayor fama.