domingo, 2 de noviembre de 2008

Inspiración de moda…
DEL VIDEO JUEGO AL CINE

En víspera del estreno del más reciente filme adaptado de un video juego –Max Payne-, han sido varias las películas cuyas tramas versionan parte de la esencia de estos pasatiempos caseros y se convierten en verdaderos filmes de un genero que hasta hace no mucho era extraño adaptar. “Max Payne” (20th. Century Fox) está protagonizada por el nominado al premio Oscar, Mark Wahlberg, y asegurada está la mezcla intensa de acción y efectos propios de una cinta de esta categoría.

Primero fueron grandes clásicos de la literatura universal, luego piezas de teatro –dramáticas o musicales-, mas tarde series o programas de la TV y hoy en día, los video juegos. Todas estas han sido fuente de inspiración para el cine, el cual se ha nutrido en bastantes ocasiones de estos materiales previamente ideados para otro formato, no sin ello dejando de reconocer que también se han escrito muchos guiones directamente para ser llevados a la pantalla grande.
Sin embargo, el avance de la tecnología y la ayuda de la composición digital ha facilitado enormemente, el hecho de que de unos 20 años para acá, los videojuegos o de consola (en muchas variantes) se hayan convertido en material idóneo para realizar super producciones que no siempre han corrido con la misma buena suerte de donde son esbozadas. Son filmes básicamente para el público infantil-adolescente y, de hecho, su proliferación es cada vez más continúa en los grandes estudios cinematográficos.

Las primeras películas
A inicios y mediados de los años ’80 se dieron los primeros filmes que se basaban en videojuegos y que dada la popularidad en el mercado de ventas de los mismos, hicieron pensar a más de un director en la bonanza de taquilla –y tal vez de crítica- que podía representar esto en gran formato.
“Tron” (1982) de S. Lisberger se basa en el videojuego del mismo nombre y cuenta los problemas a los que se enfrenta un programador de computadoras (interpretado por Jeff Bridges) que solo podrá salir airoso gracias a la ayuda de un antivirus, llamado Tron. El filme captó la esencia del videojuego más no logró adecuarlo en trama y por ende la película se hace algo densa, a pesar de que fue un éxito de taquilla como novedad al fin. Luego, dos años después la cinta “Starfighter” de N. Castle queriendo emular a la primera cinta descrita, más bien sucumbió ante un arma de doble filo: el videojuego era en cierta forma “muy avanzado” para la época y por lo tanto la película fue una rareza que no tenía ni principio y fin.
La creatividad y lo original estaban presentes a ritmo total en el videojuego Super Mario Bros. , pero en 1994 la cinta (del mismo nombre del videojuego) hecho por la borda tanto ingenio, complicándose la vida en una historia protagonizada por el inglés Bob Hoskins y Dennis Hooper, llevada a gran formato por los realizadores R. Morton y A. Jankel. Nintendo, los creadores del videojuego, sin duda alguna revitalizaron el juego que hasta hoy día es de los más vendidos en todo el mundo y ya lleva varias presentaciones.

La buena racha
Parecía que todo era cuestión de tiempo y sino, basta ver estos tres títulos para saber que entonces no todo estaba perdido en la dupla videojuegos/cine.
“Tomb Raider” (2001) de S. West, tuvo en su heroína a Lara Croft, creada en 1996 por Eidos Interactive y que sin duda ayudo enormemente a la película su protagonista de carne y hueso: Angelina Jolie. Alta tecnología y efectos por doquier, le imprimieron al filme la cuota visual necesaria que junto con acción a todo dar resultaron en un gran éxito, éxito que no pudo saborear su secuela en el año 2002 –“Tomb Raider: Cradle of Life”, pero que las versiones subsiguientes del videojuego siguen en su ascendente popularidad entre los jóvenes. Nuevamente Nintendo se anota un éxito no solo en videojuego y comics sino en la cinta como tal con el pequeño monstruo amarillo Pokèmon, el cual ha dado pie a casi una decena de filmes, siendo los más destacados “Pokèmon la película” (1999) y “Pokèmon 3” (2001), dirigidas ambas por K. Yuyama. El año 2001 arrojó otra película de muy buena factura tanto en su avance tecnológico (la animación en digitalización realista) y su guión. El filme fue “Final Fantasy” de H. Sakaguchi y vino a generar nuevas tendencias en lo que a cine de animación se refiere. Para muchos, el videojuego supera con creces al filme.
Aparte de estos títulos, hubo dos cintas que si bien están basadas en los videojuegos del mismo nombre, calibraron con mayor importancia otro elemento de primer orden que su fuente de inspiración: “Silent Hill” (2006) que le da paso más a la angustia que al miedo e “Hitman” (2007), que cuenta con un asesino tan implacable que el verlo de matanza en matanza (versión videojuego) se contrapone fuertemente con un idilio amoroso en la versión de cine.

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